Luis Felipe Figueroa: “Hoy en día una librería hace lo que quiere, ¿es eso justo?”


La charla con el director de la Editorial Usach, estuvo centrada en la libertad para publicar y vender en Chile, sus pros y sus contras y el impacto de las nuevas tecnologías.


En su opinión, ¿Existe un habito de lectura en los Chilenos?

R: El chileno medio no tiene reconocidamente un hábito de lectura. Existe cierto grado de curiosidad por la lectura y esto se refleja claramente a través del tipo de consumo que hace de este tipo de producto. Si nosotros nos fijamos en la literatura que producen las editoriales universitarias con las cuales nosotros tenemos comunicación directa, el fuerte de la lectura que hay dentro de los libros, son libros esencialmente de consulta. En Chile prácticamente no se detecta el best seller propio, existe como imitación de lo que existe en el mercado de los países vecinos o de los países más grandes que llevan estos best sellers a una gran inversión publicitaria que incita su consumo.

¿Usted cree que los canales de circulación del libro son los adecuados para llegar a todos los chilenos?

R: El problema es que entre los editores y el lector existen medios, uno de ellos son las librerías, a cargo de personas o instituciones cuyo fin es el lucro. Se pierde la fuente misma que gesta la edición, y se transforma en un producto sujeto a las normas del mercado, igual que ir a un supermercado, por eso hay librerías que parecen supermercados. También tenemos distintos precios para un libro en distintas librerías, Toda librería pide, solo por el hecho de dejar nuestros libros en vitrina, más de un 40% de royalty. Por eso es importante que las editoriales tengan sus propias librerías, como nosotros.

Según un estudio de la Cámara Chilena del Libro, el mercado del libro creció entre 1989 y 1997 al 10%.

¿Se ha traducido esto en cambios en los hábitos de lectura de los chilenos en relación a la situación del libro durante la dictadura?

R: No, en un grado muy menor. Las reglas del juego han sido las mismas desde la dictadura, solo se cambio la regla de la libertad de expresión, que permitió una mayor libertad de adquisiciones, pero eso no significa que la lectura haya aumentado. Durante la dictadura todos leían, y leían lo que a la dictadura no le gustaba. Pero eso no se podía encontrar en el mercado, así que se funcionaba por adquisiciones internas, y esos libros no se podían cuantificar. Una de las cosas importantes es que el momento en que más libros se vendieron en el fue en los años 72-73. La circulación de libros era altísima y las ventas también. La gente tenía el poder adquisitivo para comprarlos. Hoy en día una librería hace lo que quiere, que le paso un libro a un 40% de royalty y lo vende al precio que quiere, ¿es eso justo? ¿Acaso eso no atenta contra los derechos de las personas?

¿Cómo impactarán las nuevas tecnologías en el consumo de libros en chile?

R: Creo que las nuevas tecnologías distraerán a las personas en varias areas, en donde logren mucha información rápida de diversa fuente, mucha entretención, mucha curiosidad, pero la lectura coherente, compacta, profunda, juiciosa, compacta, en su veracidad, su alcance, su grado de exactitud, es insustituible en un libro, y eso la gente lo sabe. Quizas la gente que lee lea un poco menos por el tiempo que ocupan en otras cosas, pero no van a reemplazar la lectura en papel por la lectura online.

Podría haber un reemplazo, en el libro magazinesco, pero es imposible que una novela sea reemplazada, porque lo que tu recibes en pantalla no es exactamente lo que aparece en el libro.

Existen voces que señalan que bajando los impuestos al libro, se fomentará la lectura en Chile ¿esta Ud. de acuerdo con ese planteamiento? ¿Por qué? ¿Qué otra medida sería útil?

R: En otras partes eso es bastante reducido. Porque no sacamos nada con reducir el impuesto la libro sino sacamos la ley del precio fijo, porque sino el que queda en libertad de acción es el librero y venderá al precio que quiere. El gran enemigo es justamente la libertad sin límites de vender algo.

En su opinión, ¿cómo se gatilla un genuino interés por la lectura en la ciudadanía?

R: Haciendo más ricas las bibliotecas públicas en su contenido, diversidad, cantidad y confortabilidad para el público. Si cada barrio tuviese una biblioteca, seríamos un país distinto

Considerando el fenómeno de Harry potter y El seños de los anillos ¿Cree ud que el la piratería ha tenido alguna consecuencia positiva al democratizar el capital cultural?

R: Las versiones que llegan de esos libros a Chile no al alcance de la ciudadanía. En el señor de los anillos, no se había leído tanto antes, porque era un libro caro. Pero con el film, ocurre una potenciación de la lectura. La piratería ayudó a la gente a llegar a un producto que era netamente comercial.

Umberto Eco refiriéndose al desfase cualitativo- cuantitavo señala lo siguiente “así como el exceso de información se traduce en menos información, existe el peligro el de que el exceso de libros se traduzca en numero cada vez menor de libros artística o intelectualmente significativos”. Ud está de acuerdo con esta afirmación?

R: Todo depende de la demanda, y para que la gente demande calidad, debe provenir de un sistema educacional que funcione y eso no ocurre en Chile. Habrá demanda, pero las novelas de misterio las que poseen trama, en una sociedad ausente de valores, es un libro de calidad. ¿Qué tanta calidad tiene? O sea, una novela en la que el hombre se para y reflexiona sobre si mismo y se cuestiona su existencia y sus posibilidades de cambio en la sociedad, es un libro profundo, de calidad técnica, frente a una calidad distractiva. La necesidad del hombre depende entonces de su formación.

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